Tu Gran Fiesta

Cuando uno habla de su gran fiesta, normalmente siempre sale a relucir la boda (si te has casado). No quiero decir que en mi caso no tuviera una comunión, ni una boda de escándalo (del bautizo no puedo opinar!).

Pero para una amante de las fiestas como yo, hay una que se ha marcado a fuego en mi memoria. Creo que tenía 7 u 8 años. Mi madre cansada de celebrar cumpleaños con mis dos hermanos mayores en casa, decidió que conmigo se iba fuera a celebrarlo. No sé si sería mi primer cumpleaños con las amigas, pero la verdad es que todos los demás han sido eclipsados por este cumpleaños.

De aquella ya eso de salir a un restaurante era novedoso y estar con muchas amigas reunidas como que más. La verdad es que no recuerdo dónde comimos (supongo que el Blázquez), pero la cosa es que a mis padres después de la merendola se les ocurrió ir a Villaviciosa. Fuimos a un centro comercial que había allí, creo que se llamaba Puzzle. Pues sin ningún tipo de seguridad, allí íbamos un porrón de niñas en ese 1430 mítico de mi padre y nos plantamos en el pueblo de al lado.

Ni más ni menos que nos esperaba una tarde épica, bolera y patinaje. Resulta que había una pista de patinaje sobre hielo. Bueno en verdad era como un suelo deslizante y el ambiente era como de discoteca, con todo oscuro y luces de colores. Una pasada, en serio. Ninguna habíamos tenido una experiencia así. Y luego para rematar tuvimos unas partidas a una bolera infantil.

De una manera improvisada sí, pero estoy segura que esa fiesta se les grabó a todas tanto como a mí. Creo que de ahí viene mi pasión por las fiestas, porque creo que son más que globos y tarta. Porque dejan una marca en tu memoria y por eso yo hago los montajes que preparo con mis niños. Creo que ellos y sus amigos van a recordar «ese cumpleaños». No era uno más, es el cumpleaños.

Ahora parece que todo está solucionado con un parque de bolas o un local que te monte la merendola y tal. Pero no, yo quiero ese plus. Esa preparación, esa ambientación para que el mismo local se transforme en lo que tu quieras y que esa fiesta se les grabe.

Os puedo asegurar que funciona. A todos nos gusta meternos en una ambiente festivo, ¡cómo no!, somos Españoles y nos gusta más un sarao que cualquier cosa. Pero cuando todo está al detalle, decoración, dulces y además metes una temática en la que los invitados se involucran, de veras que la cosa cambia.

Muchas veces dejamos esta súper preparación para un gran evento como un bautizo, una comunión o una boda. Y no quiero decir que en estos casos no le dediques todo tu tiempo y esfuerzos. ¿Pero no es triste solo guardar un momento único en toda nuestra vida? Yo la verdad es que guardo un montón de fiestas flipantes en mi memoria y creo que todo el mundo debería tener muchos momentos alucinantes que recordar, ¡al menos una vez al año!

No solo de sentirse protagonista por soplar las velas, por cortar la tarta o por lo que sea marcado. No por ser tu día especial, sino porque ése día especial lo sea con los que más quieres. Así será el doble de especial, ¿no crees?

Si éso es lo que buscas, estás en buenas manos. ¿Creamos tu gran fiesta?